Hace tiempo que no escribía. Lo encontraba a faltar. Mucha actividad desde mi última entrada. buena noticia. Ahora ya liberado algo de carga de trabajo se me ha ocurrido hablar de algunos tópicos en los cursos de formación que sobretodo aparecen hacia al final del ejercicio.
Es tradicional que los últimos meses del años las empresas se pongan las pilas y piensen que es importante hacer formación (o "gastar" el presupuesto o la bonificación, ...) Me parece bien. Significa carga (bendita) de trabajo.
Aquí es cuando aparecen los "tópicos"; es decir, sé que tengo que gastar (digo, invertir) en formación pero ... ¿cuáles deben ser los contenidos? Aquí es cuando aparecen los tópicos. Tenemos para elegir como por ejemplo ...
- Equipo, equipo, equipo, ... nos encanta la palabra equipo y seguro que hay cursos (cursillos) de formación en ser (o parecer) que somos y trabajamos en equipo
- Mi equipo (o mi gente) no está suficientemente motivada. ¿No habrá un curso de motivación? A cuánto va el kilo de motivación?
- Tenemos tantas reuniones que no sé si necesitaríamos una formación en como dirigir (o moderar, conducir, manejar, gestionar, ...) reuniones (efectivas, eficientes, ...) de trabajo.
- No atendemos muy bien al cliente. no importa! tengo el curso perfecto!
- ...// hay más tópicos pero estos cuatro se llevan la palma; ¿verdad?
Hoy nos vamos a centrar en la dirección, conducción, moderación efectiva de reuniones (de trabajo, claro!)
En primer lugar, hay que destacar que la formación es siempre bienvenida pero a veces cometemos un pequeño error; ¿es pertinente este tipo de formación?, ¿a qué necesidad obedece?, ¿cuál es su finalidad?, ¿qué vamos a hacer con los contenidos que "hemos aprendido"?, ¿se van aplicar a corto plazo?
En segundo lugar, ¿a quién envío? Se supone que a personas que van a moderar reuniones, ¿cierto? Pero ¿qué tipo de reuniones suelen exigir de una moderación? O todo sirve y damos una formación genérica para dirigir reuniones y después ya veremos...
En fin, el tópico es que hay que formar en dirigir reuniones y no se especifican las necesidades ni tampoco la finalidad y objetivos de dicha acción de formación. Lo importante es que se haga.
En fin, somos profesionales y al final siempre se llega a un acuerdo a través de las expectativas que el cliente-usuario (y no el cliente que compra la formación) acerca de qué necesita, por qué y para qué lo necesita.
Al estilo de los bonos cafetería en un sistema de retribución el formador "invierte" parte del tiempo del curso en conocer las expectativas y necesidades reales y adecuar un o varios guiones de trabajo para acomodarse a las diferentes y variadas necesidades de tus cliente-usuarios.
Por ejemplo, un buen guión de contenidos es el que os muestro a continuación. (Está en català pero la idea es que fuimos capaces de entre todos hablar acerca de las reuniones; un buen guión)
Un encuentro, una solución
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