Menudo dilema, ¿verdad?
¿A qué estás orientado? ¿A la tarea o a los resultados? ¿Cómo saberlo?
¿Has oído la frase ...
¡No me cuentes cuánto trabajas, dime cuáles son tus resultados!
Pues desde mi punto de vista es sencillo. ¿Te marcas objetivos específicos?, ¿te marcas o tienes metas?, ¿conoces los objetivos de tu unidad (servicio, departamento, área, sección, ...)
¿Manejas información para conocer el progreso o no de tu actividad?, ¿dispones de indicadores de gestión?, ¿registras tu actividad a modo de diario de abordo?
¿Te ordenas las actividades a hacer siguiendo un criterio de aportación/beneficio? Es decir, cuando trazas un plan -por escrito- ¿todas las acciones tienen un motivo, una finalidad, un resultado/beneficio, una persona responsable y una fecha de finalización?
¿Tienes procesos y procedimientos de trabajo? o ¿sólo instrucciones más o menos precisas? ¿Dispones de métodos de trabajo que primen o faciliten la colaboración, la "compartición" de recursos, ...? O bien se obstaculiza -de múltiples formas- el hecho de compartir información y recursos.
En las organizaciones se combinan diferentes culturas de trabajo; las orientadas a la tarea desde aquellas que precisan de muchas instrucciones, relativo número de procedimientos y escasos procesos a las que están fuertemente orientadas a los resultados en donde se destacan la proliferación de objetivos, hitos, metas, métodos de trabajo, medidas, ...
¿En dónde está tu organización? ¿Y dónde estás tu?
Un encuentro, una solución
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