El equipo, la creatividad y el jefe



Parece la película el bueno, el feo y el malo.
Ya lo he comentado en alguna reflexión en Linkedin; "El jefe, líder, mando, directivo, ... no le da creatividad al equipo, le permite expresarla (por la cuenta que le trae)

La #creatividad es un potencial que el equipo ya tiene por lo tanto el Jefe es tan solo un facilitador de procesos creativos. 

¿Está preparado para asumir este reto?, ¿Es consciente? ¿Lo desea? De hecho no provoca sino que propicia facilitando el entorno adecuado la creatividad de los miembros del equipos

Sin embargo, ¿Qué sucede cuando el jefe no cumple con la función de propiciador (fomento) de la creatividad de los miembros del equipo? 

¡Fácil! Se interrumpe el proceso creativo, se limita la lbertad de pensamiento y acción a través de comentarios "saboteadores" o inhibidores y finalmente se genera de manera exponencial un ambiente desmotivador para casi la mayoría de los miembros del equipo.

Lo importante es trabajar con el equipo (incluido el jefe) acerca de la comprensión del funcionamiento del proceso creativo. Este proceso atraviesa tres etapas: la etapa divergente,  la etapa convergente y la etapa proactiva (la llamada a la acción). Las explicamos a continuación.

La etapa divergente.
Dónde se generar (si así se estimulan) las ideas. Toda idea no es ni buena ni mala. Lo primero que hay que asegurar que se comprensa. Su origen suele ser caótico, desorganizado y abstracto o poco estructurado. Por lo tanto toda idea es siempre bienvenida y tiene que "refinarse" y sobre todo no cuestionarse.

También podemos hablar de la fase del "todo vale", sin límites. Hay que aprender a "jugar con las ideas" El pequeño inconveniente es cuando cerramos esta etapa o la minimizamos para continuar con el proces creativo. Suelo aconsejar la creación de una sala en donde ir dejando nuevas ideas.

La etapa convergente.
Es la fase donde hay que parar, reflexionar, crticiar, poner en duda, hacer de abogado del diablo;  es decir, de cuestionar las ideas, su viabilidad, ideoneidad, pertinencia (o impertinencia). Es la etapa difícil. Existen, existirán roces, fricciones, conflictos, discusiones, ... que sean bienvenidas sin olvidar el foco; hay que construir.

La etapa proactiva.
Hemos generado ideas, criticado y analizado. Ahora toca ponerse manos a la obra y "accionar" En esta fase los roles del equipo deben cambiar. Poner método, objetivos, plazos y actuar. Ya no cabe la crítica (ya se ha pasado esa fase) Hay que continuar. en todo caso podemos "abrir" otra sala con las críticas a la idea para que se puedan revisar más adelante pero lo que toca ahora es definir acciones, recursos y calendario.

Esto significar que el fe de un equipo debe conocer los roles de los miembros de su equipo y darle mayor o menor protagonismo en función de la fase del proceso creativo. Asñi como debe reconocer que cada etapa requiere de un estilo de dirección diferente e incluso puede (o debe) delegar el liderazgo en alguna fase en beneficio del resultado final. Este aspecto da para otra entrada.

En definitiva, el jefe debe estimular con su estilo de dirección y organización de los recursos el proceso creativo. Debe saber encauzar las discusiónes, sus tiempos y "mover las piezas" (los miembros del equipo) allá donde van a extraer mayor provecho tanto individual como colectivo. Y lo va a poder conseguir haciendo lo de siempre; manteniendo conversaciones constructivas.







Fuente: Ricardo Escobar y Paul Anwalder "Cómo desarrollar equipos de alto rendimiento"
Ilustración: Foto de RF._.studio en Pexels
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