Hemos estado comentando diferentes estilos de gestión de un conflicto. Por ejemplo; el evasivo y el competitivo.
Ahora le toca el turno al basado en el compromiso de las partes.
“Partir la diferencia”.
Este estilo -el transigente- se sitúa en un plano intermedio entre la asertividad y la cooperación.
Su objetivo es encontrar algún tipo de solución práctica y mutuamente aceptable, que satisfaga parcialmente ambas partes. Dado que se ubica en el medio del diagrama, es equidistante de los demás estilos.. Ser transigente puede significar partir la diferencia, intercambiar concesiones o buscar rápidamente una posición de término medio.
Ventaja, fortaleza.
Democracia, sin perdedores. Genera solución rápida
Inconveniente, debilidad.
Solución temporal, obstaculiza otras soluciones. Impide profundizar de manera creativa en el conflicto.
¿Cuándo es pertinente aplicar este estilo?
Cuando...
- Las metas son moderadamente importantes, pero que no merecen el esfuerzo o la potencial irrupción de modalidades más asertivas.
- Dos oponentes de igual poder están fuertemente comprometidos con objetivos mutuamente excluyentes – como por ejemplo en las negociaciones entre la administración y el sector laboral.
- Se desea alcanzar acuerdos temporales a problemas complejos.
- Se desea llegar a soluciones expeditas bajo presión de tiempo.
- La cooperación o la competencia no logran tener éxito. (Como modalidad de respaldo)
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