Aprendiendo a manejar conflictos (1)

Una posible aproximación a la definición de conflicto es aquella en la que nos encontremos en cualquier situación donde los intereses de mínimo dos personas parece que sean incompatibles. ¿Os suena?

Teóricamente en dichas situaciones, se puede describir el comportamiento de una persona con base en dos dimensiones:
    • Afirmación, el grado hasta el cual una persona intenta satisfacer sus propios intereses.
    • Cooperación, el grado hasta el cual la persona intenta satisfacer los intereses de la otra persona. 
Estas dos dimensiones básicas de comportamiento pueden usarse para definir cinco métodos (estrategias) específicos de manejar el conflicto. Estos cinco métodos o estilos para manejar el conflicto se muestran en la siguiente gráfico.

Fuente: Estilos de manejo del conflicto de Thomas Kilman

En el caso del comportamiento para manejar conflictos, no existe ninguna respuesta correcta y universal. Los cinco estilos son útiles en algunas situaciones: cada uno representa un conjunto de habilidades sociales sumamente útiles. 

Nuestro sentido común convencionalmente reconoce que con frecuencia “dos cabezas son mejor que una” (colaboración). Pero también nos dice, “hay que matar al enemigo con amabilidad “(complacer), “dividan las diferencias” (transigir), “no hay que involucrarse”, (evadir), “la fuerza vencerá” (compartir). 

La efectividad de un estilo dado para el manejo de conflicto depende de los requerimientos de la situación específica y la habilidad con la cual se utilice el estilo. 
Cada uno de nosotros es capaz de aplicar los cinco estilos de manejo del conflicto: ninguno puede decir que tiene solamente un único y rígido estilo para manejarlo. Sin embargo, cualquier persona emplea algunos estilos mejor que otros y entonces tiende a depender de aquellos que gestiona de manera más efectiva, ya sea a causa de su personalidad y/o su experiencia. 

Por lo tanto, el comportamiento que una persona manifiesta ante una situación es el resultado tanto de su predisposición personal como de las necesidades de la situación en la que se encuentra. 

Con el fin de ayudar a valorar la adecuación/idoneidad del uso de estos cinco estilos en sus situaciones, os iremos presentando en sucesivas entradas una lista de preguntas para reflexionar que representan señales de advertencia para el uso excesivo o insuficiente de cada estilo. 

La caja de las habilidades

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