Cómo estar orientado a los resultados (2)


Seguimos con la serie de estar orientado a los resultados. 
En nuestro anterior artículo nos centrábamos en el hecho de saber qué significado tenía junto con algunas interesantes reflexiones acerca de los logros, las áreas de efectividad y aquellas creencias que limitaban o potenciaban nuestra productividad.

En este segundo artículo nos centramos en aspectos mucho más prácticos. Entonces, ¿qué es lo que hay que hacer?. En principio, es relativamente simple. 

¿Acaso disponemos de un O3M?, ¿Un O3M? Magnífico acrónimo que nos invita a cuestionarnos si tenemos Objetivos, Metas, Métodos y Medidas para organizar nuestra actividad.

La primera duda es ¿Cuál es la diferencia entre objetivo y meta?
Para aclararlo; el objetivo es algo que quieres conseguir a un (relativo) largo plazo mientras que las metas son los hitos que te vas marcando a modo de control de la consecución de tu objetivo; es decir, son complementarios y refuerzan la idea de tener perspectiva (objetivos) y control(metas)

Y ¿cómo definir los objetivos?
Con pausa y sin prisas como diría aquel y aplicar las siguientes reglas de oro.

El objetivo debe ser expresado en "positivo". 
  • ¿Qué es lo que quieres obtener, conseguir? 
  • ¿Qué quieres en lugar de lo que tienes? 
  • ¿Qué preferirías tener? 
El objetivo tiene que ser específico y medible. 
  • ¿Qué es exactamente lo que verás, oirás o sentirás cuando alcances tu objetivo? 
  • ¿Cuánto tiempo necesitarás para alcanzarlo? 
  • ¿Cuándo quieres alcanzarlo? 
Decide cómo y cuándo medirás el avance en el cumplimiento. 
  • ¿Cómo medirás tu progreso hacia el objetivo? 
  • ¿Con cuánta frecuencia medirás tu progreso? 
  • ¿Cómo sabrás que has logrado el objetivo? 
  • ¿Cómo verificarás que estás en el camino correcto hacia el objetivo? 
Organiza los recursos que necesitarás durante la travesía hacia el logro del objetivo. 
  • ¿Qué recursos (objetos, personas, tiempo, modelos, cualidades) vas a necesitar para alcanzar tu objetivo? 
  • ¿De cuales dispones ya? 
  • ¿Dónde encontrarás los otros?
Se proactivo 
  • ¿Hasta qué punto controlas el cumplimiento de ese objetivo? 
  • ¿Qué harás para alcanzarlo? 
  • ¿Qué puedes ofrecer a los demás de tal modo que se interesen por ayudarte? 
Presta atención al impacto de las consecuencias más allá de ti mismo. 
  • ¿Cuáles son las consecuencias para otras personas importantes? 
  • ¿Puedes mirar su impacto en ellas poniéndote en su lugar? 
  • ¿Cuál es el costo en tiempo, dinero y oportunidad? 
  • ¿A qué podrías tener que renunciar? 
  • ¿Cómo quedará afectado el equilibrio entre los diferentes aspectos de tu vida cuando alcances ese objetivo o durante su consecución? 
Elabora un plan de acción 
Un objetivo, sobre todo si es a largo plazo, puede parecer intimidador. El Plan de Acción fracciona el objetivo en pasos pequeños, en metas, cada uno de ellos claramente tangibles, alcanzables. Es el mapa de tu viaje. Tu GPS que te indica claramente tu posición en el viaje.


Un encuentro, una solución

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