Llevo todo el año 2014 impartiendo un seminario de 12 horas acerca de "Cómo se tiene que se para poder vender" y destaco como anécdota el hecho de una mayoría de los asistentes a dichos seminarios muestran una actitud y comportamiento que se asemeja al del alumno que ya sea en la escuela, instituto o universidad viene a tomar apuntes. no sólo los toma (apunta como un escribiente real) sino que además "exige" disponer cuanto antes de la documentación.
Destaco dos aspectos; el primero, el hecho de estar toda la sesión tomando notas. No interactúa mucho con el grupo sino lo que prefiere es escribir y con todo detalle lo que dice sólo el formador. El segundo aspecto es la "exigencia" de saber cuando dispondrá documentación del curso ya que así no escribe tantos apuntes. Es decir, lo importante es tomar apuntes, después ... aprender.
Su argumento principal de defensa que tienen es que de esta manera lo leerá después del "cursillo" y le servirá. No digo que no, supongo que sí le servirá pero para eso ya tienen literatura especializada -por ejemplo en este caso en métodos de venta- pero que la oportunidad de aprender está en conversar, intercambiar experiencias y no sólo la del formador sino del resto de participantes.
Su argumento principal de defensa que tienen es que de esta manera lo leerá después del "cursillo" y le servirá. No digo que no, supongo que sí le servirá pero para eso ya tienen literatura especializada -por ejemplo en este caso en métodos de venta- pero que la oportunidad de aprender está en conversar, intercambiar experiencias y no sólo la del formador sino del resto de participantes.
Lo comento por que a raíz de un excelente artículo de Ovidio Peñalver (aquí) acerca de la muerte de la formación he recordado este detalle de parte de los asistentes a talleres, seminarios de formación. Comparto el punto de vista del autor del artículo "La formación ha muerto" pero si me remito a las actitudes que vemos en los asistentes a la formación me temo que el contenido de este artículo no tiene vigencia.
Parece que cuando se asiste a una formación algunas personas requieren, desean necesitan disponer de documentación para "seguirla" Necesitan un guión para leerlo y después guardarlo. Este mismo tipo de asistentes ejercen un rol pasivo en las discusiones y sobretodo en las "experiencias" que se le presentan. Tan sólo les preocupa escribir o transcribir lo que el formador les ha dicho. Ni era digital, ni voluntad de aprender; tan sólo consumo de cursos de formación. No me extraña que se refieran a este tipo de formación como cursillos.
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