Y seguimos con el Metaplan.
¿Cómo iniciamos una sesión de metaplán?
Haciendo preguntas relevantes y pertinentes. El moderador realiza una o varias preguntas. Para las sesiones de solución de problemas, para lo cual deberá preparar las preguntas. Una buena preparación es parte del éxito de la moderación.
Cada participante recibirá un número de cartulinas de diferentes formas y colores. Estas cartulinas se recogerán y serán colocadas en unos tableros por el moderador cuando todos los participantes hayan escrito sus opiniones.
Durante la discusión se creará una rueda de información. Cada participante dará su opinión a las preguntas ya antes acordadas.
Las preguntas enfatizan la necesidad de desarrollar ideas al igual que obtener soluciones.
¿Y qué se consigue a través de las preguntas?
- Extraer los conocimientos de los participantes, sus necesidades y objetivos conflictivos.
- Facilitar la retroalimentación y el proceso del consenso.
- Dar a cada participante la oportunidad de emitir sus opiniones.
- Descubrir nuevas necesidades de aprendizaje del grupo.
- Identificar el ambiente existente dentro del grupo.
- Hacer visibles las diversas opiniones.
Si hay resistencia a alguna pregunta (que siempre aparece), el moderador tiene las opciones siguientes
- Explicar la intención de la pregunta pero evitando que se vote (preguntas
con respuestas Si/No).
- Pedir al grupo que conteste de manera espontánea a la pregunta y posponer su discusión para más adelante.
- Pedir al grupo que redefina y mejore el contenido de la pregunta.
- Y finalmente, si todo esto no funciona, ... olvida la pregunta.
Para que el Metaplán tenga éxito en su fase de hacer preguntas es necesario que:
- Cada pregunta tiene que ser precisa.
- Cada pregunta tiene que haber sido discutida con anticipación.
- La pregunta debe ser visualizada.
- El contenido de la pregunta tiene que ser consistente, durante todo el periodo que se utilice para contestarla.
- Las respuestas deben ser interpretadas por el grupo.
Recordemos que todas las preguntas tienen que ...
- Inducir curiosidad para motivar respuestas rápidas y espontáneas.
- Crear el entendimiento mutuo.
- Buscar intereses mutuos.
- No interrumpir la discusión, al contrario estimularía.
- Presentar metas.
- Incluir explicaciones de las intenciones y acciones.
- Reconocer logros.
Un encuentro, una solución
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