Como todas las dietas, la dieta de la formación obra milagros.
Queremos que con la formación nuestros resultados se incrementen de manera exponencial y sobretodo sin prácticamente esfuerzo. Resultados rápidos por favor!
Si es un mero deseo no está mal pero cuando percibes que esto es lo que desea el cliente me empiezo a preocupar. Y a veces no es el cliente final sino aquellos clientes que su negocio se centra en vender "cursillos"
Todo se quiere rápido (tiempo de "producción"), barato (coste), de altas prestaciones (calidad) y sobretodo que de resultados.
Además últimamente destaco que la formación (la metodología de impartición sea suave, ligera, que no se requiera esfuerzo y ... sobretodo que no contenga dos aspectos: ni deberes/tareas ni pruebas de dominio. Como las dietas milagro! Es decir, quiero se sea fácil y rápido y que no tenga que esforzarme mucho.
No esta nada mal, verdad? O sea que el cliente desea es un cursillo -por ejemplo Liderazgo y gestión de equipos- de 12 horas distribuidas en cómodos plazos (entiéndase aquí en sesiones de 2 horas, por ejemplo) y que les haga cambiar de comportamiento. Menudo reto!
Una vez tienes el encargo del cursillo haces un planteamiento que combine una parte presencial con una a distancia utilizando por ejemplo una plataforma de e-learning o un entorno de colaboración en donde se intercambie documentación, actividades, ejercicios, pruebas, ... y ... no te reconocen.
En primer lugar aparecen los argumentos siguientes:
- ¡Uy! no te compliques la vida tan sólo queremos un "cursillo" (como odio esa palabra!)
- Si insistes te comentan casi en voz baja lo siguiente: "La verdad es que no creo en el "e-learning" (Considero que no es creencia sino una manera de "optimizar recursos"
- Otro argumento de "peso" es (y éste es apoyado a veces por los mismos asistentes al curso) No pongas deberes que no tenemos tiempo ( y el curso es de -por ejemplo- gestión del tiempo)
- Y ya asustas al cliente cuando propones un esquema de Pre/Post/Re Test para asegurar el grado de conocimiento previo y su transferencia al puesto de trabajo. A algunos les entra el pánico y se cierran. "No, no, no les haga examen que si suspenden los tendría que echar"
En segundo lugar se suelen repetir en que lo que quieren son resultados y que al final salgan motivados. Me temo que se suele caer en la tentación de considerar a la formación como una dieta milagro. Sirve para todo, sin esfuerzo, con resultados casi al momento o con poca inversión en tiempo, esfuerzo (y a veces algo de sacrificio) y por supuesto con éxitos y resultados.
Y no suele ser así. No hacemos milagros.
Ilustración: http://nutricionalas6.blogspot.com.es
Un encuentro, una solución
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